​El Ejército adquiere a Ibatech detectores de agentes de guerra química por 1,5 millones

La compañía ha entregado equipos Falcon 4G-B de Sec Trading y Griffin G510 de Flir al Regimiento NBQ Valencia nº1

Detector químico a distancia Falcon 4G-B. Foto: Ibatech

El Ejército de Tierra español ha reforzado los medios de los que dispone para detectar e identificar agentes de guerra química (CWA) y tóxicos industriales. El Regimiento de Defensa NBQ Valencia nº1 cuenta desde finales del año pasado con nuevos equipos suministrados por la empresa Ibatech Tecnología, que este mismo mes de enero impartirá cursos de operación y mantenimiento en la sede de la unidad en Paterna (Valencia).

La adquisición del material se produjo a través de dos contratos por un valor conjunto de 1,5 millones de euros gestionados por el Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE). Ibatech ha suministrado en concreto nuevos equipos Falcon 4G-B de Sec Trading y Griffin G510 de Flir.

El Falcon 4G-B es un detector químico a distancia de cuarta generación basado en tecnología de doble láser permite detectar, identificar y cuantificar la presencia en el aire de agentes químicos de guerra, usando la absorción de radiación laser causada por las moléculas de los agentes químicos o biológicos y evaluando también el tamaño de partículas.

El sistema detecta pequeñas concentraciones a distancia y además visualiza en 3D nubes químicas sin necesidad de utilizar varios equipos para triangulación. Con un consumo eléctrico inferior a 25W el equipo puede trabajar de forma ininterrumpida con baterías, en labores de reconocimiento bien desde trípode o en el techo de un vehículo de reconocimiento NBQ. El bajo nivel de potencia de los láseres lo hace indetectable en el campo de batalla, según el fabricante.

Por su parte, el equipo portátil Griffin G510 GC/MS (Cromatógrafo de gases - Espectrómetro de masas) detecta, identifica y monitoriza de agentes de guerra química CWA (como los agentes de la serie A o de Novichok) y tóxicos restos de narcóticos, como el fentanilo y sus análogos (opiáceos, anfetaminas y otras drogas adictivas), explosivos, contaminantes ambientales y otros productos químicos de interés en forma de vapores, líquidos o sólidos.

El cromatógrafo de gases, integrado en el equipo, separa las mezclas de muestras complejas en componentes individuales. El espectrómetro de masas, por su parte, detecta restos de componentes y los identifica comparándolos con la biblioteca integrada, que incluye más de 270 000 sustancias químicas. La gran pantalla táctil y el asistente de selección de métodos guían a los usuarios en los procesos analíticos a realizar sobre el terreno. En cuestión de minutos, se generan resultados con el nombre de la sustancia química y la alarma, con diferentes códigos de color.